Esta es una breve nota sobre la entrevista de RFI a la colombiana Clara Rojas. Si bien no es emotiva, hay algo que me llama la atención: la fuerza de voluntad para mantenerse en "las mejores circunstancias" para cuando se encontrara con su hijo. Puede pensarse que es el "simple" amor maternal. Yo lo veo como un triunfo del Espíritu Humano sobre la adversidad. Y no lo uso en el sentido peyorativo de los libros de superación personal.
El texto es una transcripción de la entrevista que puede escucharse en el sitio de RFI
España/Colombia
Clara Rojas se confiesa a RFI
Dos semanas después de su liberación, la ex rehén de las FARC Clara Rojas concedió a RFI su primera entrevista a un medio extranjero. Lo hizo durante su presencia en Madrid, adonde acudió, junto con su familia, para participar en un congreso internacional de víctimas del terrorismo. "Yo escuchaba mucho Radio Francia Internacional. Captaba la onda corta y en RFI difundían muy buenos informes, incluso muchos sobre Ingrid. Yo pienso que ella también la oye, porque en la radio que teníamos juntas, al comienzo, ella ponía Radio Francia Internacional, y yo después la seguí oyendo tanto en español como en francés", confió Clara Rojas a Véronique Gaymard, nuestra enviada especial a Madrid. También relató aspectos de su detención y de su nueva vida, en compañía de su hijo Emmanuel Al margen de esta entrevista, que transcribimos integralmente, Clara Rojas envió un mensaje personal a Ingrid Betancourt que RFI difundirá este viernes.
RFI: ¿Cómo se siente, Clara?
Clara Rojas: Pues me siento feliz porque es un renacer, un volver a vivir, y claro, lo que más me ha motivado es el reencuentro con mi hijo. Me tiene encantada y la respuesta de él es fascinante. Cada día está mejor y claro, a medida que Emmanuel también se va dando cuenta de lo importante que es él y de la participación que ha tenido en todo esto, él también está muy animado.
RFI: Después de casi seis años de cautiverio, usted dejó atrás a otros rehenes que se quedaron allá. ¿Qué mensajes podría enviarles? Pienso particularmente en Ingrid Betancourt, con la que compartió un período de ese cautiverio.
Clara Rojas: Pues mucho ánimo, que sí se está buscando la forma de lograr que ellos sean liberados. Quiero contarle detalladamente. Ayer estuve en una reunión con el presidente Zapatero y el presidente Uribe. Y ellos me preguntaron qué pensaba yo... la misma pregunta. Entonces yo puse mucho énfasis en la necesidad de lograr un acuerdo de flexibilización de las partes para que ellos puedan retornar a la libertad en corto plazo. Está en la mesa la propuesta de la Iglesia católica. Incluso yo les mencioné mi preocupación porque hay versiones algo contradictorias. Una afirma que la Iglesia dice que ya tomó contacto con las FARC, pero las FARC dicen lo contrario, por lo menos en los comunicados que yo tengo. Les señalé, pues, la importancia de que tuvieran un canal de facilitación que realmente tenga contacto con las FARC. O si la Iglesia lo tenía, que lo demuestre, como se hizo en su momento con Hugo Chávez. Porque hay que crear una expectativa entre las familias. Y me parece que sí se debería hacer un mayor esfuerzo para facilitar el canal que tenga el contacto con las FARC a fin de que los resultados sean concretos, como ocurrió en mi caso o el de mi hijo, el de las personas que salimos liberadas. Hay que hacer ese esfuerzo, porque ellos están muy mal, tanto anímica como físicamente, y especialmente Ingrid, según las pruebas de supervivencia. No tiene sentido que ella, siendo además mujer, esté llevando una carga tan dura.
RFI: ¿Cuándo fue la última vez que vio a Ingrid? ¿Cuándo fueron separadas?
Clara Rojas: Hará unos tres años, tres años y medio. Nos separaron en octubre de 2005. Dos años y medio largos.
RFI: Usted acababa de tener a su hijo
Clara Rojas: Acababa de tener mi niño. Tuvimos una marcha, como las llaman ellos, y fue en ese momento que nos separaron en varios grupos. A Ingrid y a mí nos pusieron en grupos diferentes, yo quedé con el grupo donde estaba mi hijo y ya no supe más de ella hasta estas pruebas de supervivencia que me han dejado preocupadísima, porque su estado no solo físico sino también emocional se ve muy deteriorado. Yo he hecho mis esfuerzos. Hablé en su momento con el presidente Chávez para insistirle en que por favor hiciera algo para liberar en el menor tiempo posible a Ingrid. Porque yo lo que veo es que si hubo un camino de éxito en mi caso particular, a través del presidente Chávez, pues hay que superar las diferencia que pueda haber, sobreponerse a ellas, y tratar de hacer un esfuerzo por liberar a todas las personas que quedan. Parece que se va a insistir también sobre la misión de la Cruz Roja Internacional, pero más que ese posible contacto de la Cruz Roja con los secuestrados sería mejor ver encontrar la manera de hacerlos liberar de una vez.
RFI: Fueron seis años de cautiverio pero a usted se la ve muy bien. Las imágenes que recibimos en vivo de su liberación nos sorprendieron a todos.
Clara Rojas: Claro, finalmente también tengo una carga, pero que he podido sobrellevar gracias a que hice como... un esfuerzo yo misma para tratar de... Hace mucho me propuse que en algún momento me iba a encontrar con mi hijo y entonces tendría que estar yo en las mejores circunstancias. Digamos que puse mucho de mi parte para estar bien, por lo menos anímicamente. Igual el niño también tiene que ser tratado y necesitamos un tiempo de quietud, ambos, para podernos recuperar. Pero bueno, estamos disfrutando de esta primera etapa de alegría, de volver a estar en libertad.
RFI: Y en esta ocasión usted escogió venir a Europa pero sin separarse de su hijo y de su madre, después del reencuentro.
Clara Rojas: Claro. Uno, porque mi mamá tenía un compromiso desde hacía tiempo con este congreso. Ella quería venir y cumplir ese compromiso. Y ya que hicieron extensiva la invitación tanto para mi niño como para mí, pues hagamos el esfuerzo. Y ha sido muy útil, porque también se agilizaron los trámites en relación con los documentos de él, sus documentos legales, y ya los tengo todos, lo que también me alegra mucho.
Entrevista: Véronique Gaymard, enviada especial a Madrid
Todo mi respeto para Clara Rojas, una sobreviviente.
Categoría: Reflexiones, Política, Secuestro, Clara Rojas, Ingrid Betancourt
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