9.8.10

Sobrevivientes de las Bombas

Este año se cumplen 65 años del lanzamiento de las dos bombas atómicas en las ciudades japonesas en Hiroshima y Nagasaki. Lo que me enteré hasta el año pasado es que hubo personas que fueron víctimas de ambos ataques y sobrevivieron y que en Japón se les llama hibakushas. Este año, el día 4 de enero, murió el último sobreviviente oficial de ambos ataques, el Sr. Tsutomu Yamaguchi. Esta es la noticia del 6 de enero en El País.

Muere el único superviviente oficial de Hiroshima y Nagasaki
Tsutomu Yamaguchi fue testigo de la explosión de ambas bombas atómicas
EFE - Tokio - 06/01/2010

El japonés Tsutomu Yamaguchi, único superviviente oficial las dos bombas atómicas lanzadas en la historia, murió el pasado 4 de enero a los 93 años de un cáncer de estómago, según ha informado la agencia local Kyodo. El pasado mes de marzo el Gobierno de Tokio le reconoció como el único testigo de las explosiones atómicas de Hiroshima y Nagasaki.

"He muerto dos veces y nací dos veces en esta vida, tengo que contar ese hecho de la historia antes de morirme", explicó el anciano a Efe en una entrevista realizada en agosto. Este doble hibakusha, como se conoce en Japón a las víctimas de las bombas atómicas, trabajaba en 1945 como ingeniero en Nagasaki del fabricante de armamento Mitsubishi Heavy, pero el día 6 de agosto de ese año estaba de viaje de negocios en Hiroshima cuando cayó la primera bomba.

Como cuenta en su libro La vida regalada, publicado en 2006, tras pasar la noche en vela entre la destrucción reinante, al día siguiente consiguió tomar un tren con centenares de personas hacia Nagasaki, a 300 kilómetros de distancia. Tres días después, el 9 de agosto, Yamaguchi volvió a ver la misma luz en el cielo antes del mediodía en su ciudad natal, cuando EE UU lanzó la segunda bomba sobre Japón, que precipitó el final de la II Guerra Mundial.

En el verano de 1945 Yamaguchi sufrió una fuerte reducción de glóbulos blancos y la pérdida del oído izquierdo, y después se operó de cataratas y perdió la vesícula, todas ellas dolencias achacadas a las radiaciones. En 2006, Yamaguchi protagonizó un documental a los 90 años y se sacó su primer pasaporte para dar conferencias en Nueva York con las que insistir en que las bombas atómicas no tienen justificación, ni siquiera para acabar una guerra.

Al término de 1945, 74.000 personas habían fallecido en Nagasaki y otras 140.000 en Hiroshima por las heridas causadas por las bombas atómicas, aunque fueron muchas más las víctimas en años posteriores debido a las radiaciones. Según datos del ayuntamiento de Nagasaki, hubo 34 dobles hibakushas.

¿Hay algún lector que haya tenido esa experiencia de haber sido un "sobreviviente" de alguna enfermedad, accidente o desgracia que pudo haberle costado la vida? ¿Le cambió la manera de vivir la vida?

7.8.10

Mucho ruido

Creo que así fue. Este post surgió leyendo esta nota de Ixquic* sobre un estudio de Harvard sobre la menor probabilidad de una mujer con mejor educación para hallar una pareja con la cual casarse. Es cierto, el estudio dice cosas que son obvias, incluso para nosotros los hombres.

Además, encontré esta nota en LPG, en la sección Plan Bella, que no sé si debo tomarlo en broma o en serio. Y no me refiero a si es cierto o no sobre lo que "los hombres necesitamos de las mujeres" Bastantes cosas machistas hacemos la mayoría de nosotros para que nos vengamos a poner como víctimas frente a este artículo. Lo que me parece indigno es el mensaje que envía a las mujeres, que está en sincronía con lo que mencionaba en el párrafo anterior: no importa cuanto estudies, los hombres no valoran nada de eso, sólo les importan tres cosas de ti. Y ninguna de ellas necesita de tu cerebro o preparación académica, pues sólo tienes que decir "para mí solo tú importas". Eso es denigrante para las mujeres (y también para los hombres)

En ese contexto, me encontré con esta noticia, en LPG sobre la propuesta del Ministerio de Educación y del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer ISDEMU para prohibir, en las celebraciones cívicas del próximo 15 de septiembre, la participación de mujeres jóvenes en los desfiles con el rol de cachiporristas.

Quiero dejar claro una cosa: para mí la presencia de las cachiporristas es algo sexista. Se muestra el cuerpo femenino para captar la atención del público.¿Es algo gravísimo, que debe ser eliminado de tajo? Hay personas que piensan que forman parte de una tradición y que no debe ser condenado (Ese mismo argumento es usado por los defensores de la fiesta taurina para mantener las corridas de toros en España y en algunas partes ya fueron prohibidas). No he leído eso en los periódicos, pero más de alguna persona aducirá que eliminando a las cachiporristas, reduciremos la violencia intrafamiliar, los crímenes sexuales de violación, abuso pedófilo de los padres hacia las hijas, sobrinas o nietas (¿acaso el abuso hacia los niños varones es menos importante?) y que las muchachas se "acompañen" siendo menores de edad

Si bien el asunto ha llenado muchas páginas en los periódicos, me parece que es un tema que ha creado "mucho ruido y pocas nueces" Hay quien dice que las faldas son muy cortas y que podría hacerse algo con la longitud de las mismas. Creo que eso pondría algo de decoro y buena estima en las muchachas. No obstante, si las llevaran casi hasta el suelo, posiblemente volveríamos al tiempo de las "tobilleras" de la época victoriana, donde los hombres deseaban ver el tobillo de las mujeres. Otra propuesta podría ser que todas las participantes de los desfiles llevaran una burka, para evitar inducir ideas "pecaminosas" en el público masculino. El punto no es la longitud de las faldas, o si levantan demasiado las piernas, sino el morbo que genera esto en muchos hombres, y ese morbo no se reducirá o eliminará simplemente por prohibir dentro de los desfiles la presencia de las señoritas cachiporristas. Ese morbo y los delitos sexuales se reducen con mejora en la autoestima y una educación sexual integral en las escuelas (tanto al profesorado, alumnado, como a padres de familia); vigilancia preventiva en las escuelas y universidades; persiguiendo los delitos sexuales con todo el rigor legal a través de las pruebas científicas; alentando que las mujeres, niñas y niños denuncien cualquier agresión sexual, por leve que sea; incluso puede ser necesario enseñarles a las mujeres lo básico de defensa personal para poder enfrentar al posible agresor. La ignorancia, no se combaten únicamente con decretos de supresión de cachiporristas. Como dije antes, este tema ha generado demasiado polvo, que no deja ver la raíz del problema.

Luego, hay que pedir cierta consistencia de parte del Estado y partidos políticos. Si leo en el sitio Web del Ministerio del Interior, que el 23 de julio pasado se firmó un convenio para buscar un trato más igualitario para las mujeres dentro de los medios de comunicación, que no salga después el Ministro Centeno apoyando una campaña turística, con varias edecanes al fondo, que me parece que no hacen más que reproducir los patrones que ahora están tan perseguidos. Pueden ver la foto en esta noticia de LPG. Nuevamente, "mucho ruido..."

Al final, creo que el problema de fondo con los desfiles de independencia, no se trata de si hay cachiporristas, bandas estudiantiles o no. Para mí es el excesivo militarismo que impregna toda la celebración. En lugar de ser una fiesta que nos haga profundizar en nuestra identidad nacional o que nos haga comprometernos con la reducción de la violencia y trabajar para reducir la alta tasa de muertes violentas, es un espectáculo de todas las cosas bonitas que pueden hacer los soldados de nuestro ejército. Eso no ayuda mucho a resolver nuestra crisis nacional.


Notas adicionales:

Otra nota de Ixquic*

Elena de Alfaro, en LPG no estoy completamente de acuerdo con todas las ideas, pero hay algunas muy valiosas.