Dos noticias del medio político salvadoreño me han causado cierto escozor:
La primera, la visita de nuestro Presidente a las tropas salvadoreñas en Iraq.
(Ironía encendida)
No sé como hace nuestro Presidente, pero creo que necesita más horas en la semana para alcanzar a cubrir todas sus actividades. El mismo ha dicho de 8:00 a 16:00 es el presidente de todos los salvadoreños. A partir de las 16:00 horas se vuelve el presidente del oficialista partido de derecha. Ahora, le da por ser el comandante general de las fuerzas armadas e ir al "frente de batalla" ¿De donde obtiene tiempo este hombre? Me imagino que contrató a algún gurú famosísimo quien le enseño a multiplicar su tiempo para ser mas eficiente. O quizá hace como Napoleón, quien dormía apenas tres horas al día y lograba así manejar los asuntos de Estado así como el frente de guerra.
(Ironía apagada)
Ya en serio, me sorprendió ver al Presidente visitando a la tropa, usando traje de fatiga camuflado, con una etiqueta con su apellido en el lado derecho del pecho. No me detendré a valorar los motivos o frutos de dicha visita. Lo que me llama la atención es que es la primera vez que usa un traje militar para mostrarse ante la tropa como Comandante General del Ejército, reafirmando así su pertenencia a la estructura de mando de dicho cuerpo estatal. Y es aquí donde se ilustra perfectamente que este cargo es totalmente incompatible con su posición dentro del partido ARENA. Según la Constitución, el ejército no puede participar en la política partidista. Por ende, su Comandante General no puede ejercer ningún cargo dentro de su partido, y mucho menos hacer propaganda partidista. La lógica es sencilla y por eso no entiendo a quienes intentar dar una interpretación diferente, incluyendo al Presidente de todos los salvadoreños. Y si quiere escudarse en los horarios de atención al público, me parece que está quedando muy mal parado frente a la opinión pública. ("Para lo que eso importa", pensarán algunos miembros del gobierno)
La segunda noticia es el cierre de la televisora en Caracas por parte del gobierno.
Revisando la edición electrónica de EDH del pasado 23 de mayo, en la página 4, leo las opiniones vertidas por algunos miembros del partido izquierdista FMLN. Entiendo que ellos apoyen la postura del Presidente venezolano, debido a una innegable afinidad ideológica y por los vínculos comerciales que tienen con ese país para importar derivados de petróleo y poderlos vender a precios más bajos en el mercado salvadoreño. Sin embargo, creo que han perdido la perspectiva con este asunto. ¿Con quién están pensando "quedar bien"? ¿Con la izquierda latinoamericana? ¿Con sus militantes? ¿Con los votantes? ¿Es más importante quedar bien con Venezuela que con la sociedad salvadoreña? Pareciera que sí. ¿Acaso el FMLN no entiende el mensaje que envía a la sociedad? Nos dicen que si alguna vez llegan al poder son capaces, usando subterfugios legales, de volverse un gobierno autoritario. Entonces, ¿en qué se diferenciarían del actual partido en el poder?
Por su parte, la rama derechista de la sociedad ha reaccionado con una condena ante el hecho, así como lo han hecho la AIR, la IAB, la SIP y la Asociación Salvadoreña de Radiodifusores (ASDER). Eso está bien, pero inmediatamente comienzan a pregonar que eso es lo que pasa cuando llegan regímenes totalitarios al poder, que eso podría pasar si el FMLN ganara el Ejecutivo en las elecciones del 2009. Es decir, comienzan a sembrar terror. Hacen un equivalente entre gobierno totalitario, gobierno comunista y control sobre la libertad de expresión. Creo que en eso se equivocan. Yo creo que sí existe una relación entre un gobierno autoritario y las restricciones a la libertad de expresión y de publicación. Ojo, que no todo gobierno autoritario es necesariamente comunista. Y creo que todo gobierno comunista ha sido autoritario, lastimosamente.
A las personas que controlan los medios de difusión privados en este país se les olvida que a pesar de ser elegidos en una manoseada democracia electorera, los gobiernos de la décadas de 1960 y 1970 fueron autoritarios y no permitían que existieran espacios de difusión de ideas que no coincidían con las oficiales. Además, a esos mismos medios se les olvida que practicaron la autocensura (quizá por miedo a las represalias) o negaban espacios pagados a "comunistas come-niños". El Salvador, por su historia, tiene techo de vidrio en el tema de la libertad de expresión y de prensa. Entonces ¿pueden condenar el cierre del canal televisivo venezolano? Sí, pero comenzando por reconocer que en este país no hubo libertad de expresión durante muchos años y que eso fue una de las causas que llevó al conflicto armado.
Personalmente, no estoy de acuerdo con la medida tomada por el gobierno de Venezuela. Esos son los riesgos del sistema democrático, que nunca es perfecto, habrá gente que no esté de acuerdo con el gobierno y que tiene el derecho de expresarlo. ¿Qué el canal apoyó el golpe de estado? Entonces, ¿por qué reacciona hasta ahora? ¿Acaso le estorba lo que se emite en ese medio? Pues yo le diría que sea "machito" y se aguante.
Creo que fue Nehru quien dijo que: "La democracia es buena. Lo digo porque los otros sistemas son peores."
Categoría: Reflexiones, Política