5.3.09

Ciegos

No recuerdo quien dijo que si seguimos el pie de la letra lo de ojo por ojo todos terminaríamos ciegos. Lo recordé al leer esta noticia de RFI

Ojo por ojo

Artículo publicado el 05/03/2009 Ultima reactualización 05/03/2009 15:16 TU
La justicia iraní condena a un hombre a recibir diez gotas de ácido sulfúrico en cada uno de sus ojos por haber desfigurado a una mujer que no quería casarse con él. La victima se dice aliviada.


Ameneh Bahrami siente alivio. La justicia iraní acaba de satisfacer la voluntad de esta mujer: su agresor recibirá diez gotas de ácido sulfúrico en cada uno de sus ojos. Esta iraní que reside en España quedó desfigurada y ciega cuando un hombre al que rechazó le lanzó ácido a la cara en 1994. Ahora, la justicia de su país le permitirá aplicarle la pena del talión a su agresor.

"La persona que me ha hecho esto merece pasar por el mismo sufrimiento. Sólo así entenderá mi dolor", dijo Bahrami al diario ABC.

Su intención, aseguró, "es aplicarla no sólo por venganza sino para que ninguna chica vuelva a pasar por esto".

El agresor "será anestesiado y no sufrirá dolor. No se le desfigurará el rostro, porque bastan unas gotas, ni tendrá las lesiones internas que yo he tenido. Debe pagar. Ojo por ojo, es la ley del talión, literalmente", explicó.

Ley del talión

El agresor, Majid que reconoció haber arrojado ácido al rostro de Ameneh porque rechazaba su oferta de casamiento, fue condenado en noviembre a recibir diez gotas de ácido sulfúrico en cada uno de sus ojos. Esta pena fue confirmada por la corte suprema iraní a principios de febrero.

La pena del talión, adoptada por la ley islámica, impone al reo el mismo daño que causó a la víctima.

Sin embargo, según la mujer, la justicia iraní había previsto cegar sólo un ojo del agresor. Al final, "le he dicho al juez que con un ojo puede vivir", dijo al periódico El País, logrando que le quiten la vista de los dos a cambio de renunciar a una indemnización de 20.000 euros.

"No tomaré el dinero que me ofrece como indemnización pero sí sus dos ojos", sentenció.

El caso es complicado pues prácticamente modifica el nivel de vida del victimario, así como lo fue la de la víctima. La ley del talión existe desde hace más de tres mil años y busca proporcionalidad entre el daño recibido por la víctima y la pena del victimario. Personalmente, desde mi visión occidental judeo-cristiana, me desconcierta que el ser humano no haya cambiado en todo ese tiempo, pues todavía tiene que recurrir a esa ley para resolver sus diferencias. ¿Algún día desterraremos la ley del talión?

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