Hoy recordamos el centenario del nacimiento del poeta español Miguel Hernández. De lo poco que conozco de su vida, entiendo que el acceso a muchos libros que le permitió el canónigo Almarcha Hernández así como la lectura de los volúmenes de la biblioteca pública de su pueblo natal le infundieron el amor por las letras que luego se plasmaría en sus poemas.
Sin esos recursos, el joven Miguel jamás se hubiera convertido en el poeta que hoy podemos leer. ¿Cómo pensamos que nuestros futuros escritores puedan desarrollarse si no contamos con libros que los guíen o inspiren? Y no hay que pensar solo en los escritores. ¿Cómo se desarrollarán los futuros investigadores, biólogos, químicos, zootecnistas, agricultores, si no tienen acceso a libros y a material que los entusiasme y los eduque? Hasta el momento, el papel de difusores de cultura lo han retomado los periódicos, pero las publicaciones semanales sobre diversos temas nunca serán sustitutos de una buena biblioteca.
La Biblioteca Nacional no es suficiente incluso para la zona metropolitana de San Salvador. Sé que existen planes para dotar de libros a las bibliotecas de las Casas de la Cultura y crear otras en las cabeceras departamentales. Ese plan camina demasiado lento y debe cubrir más extensión territorial.
¿Cómo esperamos crecer como nación si no invertimos en educación formal y en bibliotecas? No podemos apoyarnos sólo en la educación formal, debemos apoyar a los autodidactas que aprenden de los libros de una biblioteca.
Mientras tanto, invertiré parte de mi día escuchando en disco más reciente de Joan Manuel Serrat, quien le pone música a poemas de Miguel Hernández. El disco se llama Hijo de la luz y de la sombra. Ya hace varios años había publicado uno llamado Miguel Hernández
Pueden leer esta entrevista que le hizo La Nación a Serrat y luego miran este video de una de sus canciones.
Sin esos recursos, el joven Miguel jamás se hubiera convertido en el poeta que hoy podemos leer. ¿Cómo pensamos que nuestros futuros escritores puedan desarrollarse si no contamos con libros que los guíen o inspiren? Y no hay que pensar solo en los escritores. ¿Cómo se desarrollarán los futuros investigadores, biólogos, químicos, zootecnistas, agricultores, si no tienen acceso a libros y a material que los entusiasme y los eduque? Hasta el momento, el papel de difusores de cultura lo han retomado los periódicos, pero las publicaciones semanales sobre diversos temas nunca serán sustitutos de una buena biblioteca.
La Biblioteca Nacional no es suficiente incluso para la zona metropolitana de San Salvador. Sé que existen planes para dotar de libros a las bibliotecas de las Casas de la Cultura y crear otras en las cabeceras departamentales. Ese plan camina demasiado lento y debe cubrir más extensión territorial.
¿Cómo esperamos crecer como nación si no invertimos en educación formal y en bibliotecas? No podemos apoyarnos sólo en la educación formal, debemos apoyar a los autodidactas que aprenden de los libros de una biblioteca.
Mientras tanto, invertiré parte de mi día escuchando en disco más reciente de Joan Manuel Serrat, quien le pone música a poemas de Miguel Hernández. El disco se llama Hijo de la luz y de la sombra. Ya hace varios años había publicado uno llamado Miguel Hernández
Pueden leer esta entrevista que le hizo La Nación a Serrat y luego miran este video de una de sus canciones.
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