Hoy se cumplen veintiséis años del asesinato de Monseñor Óscar A. Romero. El año pasado, escribía sobre los carteles luminosos que adornaban la capital. Este año la cosa ha sido más modesta en el aspecto de publicidad, pero igualmente se llevarán a cabo marchas, misas y celebraciones ecuménicas honrando la memoria de nuestro mártir.
Igualmente, en Argentina se cumplen treinta años del golpe militar que dio inicio a la llamada "guerra sucia" y a una crisis política que no pudo ser superada sino hasta muchos años después. Fueron treinta mil las personas desaparecidas o asesinadas en esa época. Eso fue inhumano.
Pueden hallar más información sobre esto en la bitácora de Shered, así como en BBC Mundo.
Tanto a Monseñor, como a las setenta mil víctimas salvadoreñas de la guerra y a las treinta mil argentinas las quisieron eliminar para que dejaran de estorbar. Lo que lograron es que ahora las tengamos más presentes en nuestra memoria. Los asesinos fallaron en su intento.
Me gustaría creer que América Latina ha caminado mucho en estos últimos años, tanto como para considerar que todas estas brutalidades nunca más van a volver a suceder. Sin embargo, no estoy del todo seguro. Es por eso que hay que estar atentos y vigilantes.
Categoría: Reflexiones, Historia, Óscar Romero
La memoria activa es la mejor forma de estar atentos.
ResponderBorrarGracias Alde, un abrazo fraternal y latinoamericano.
Por el sueño de una America libre y nuestra.
Besos!
Aldebarán
ResponderBorrarPase por tu blog y me gustó mucho como escribías. Te mando un abrazo. Y espero seguir visitándote.
Sergio
Desde Chile
Shered:
ResponderBorrarUn sueño hermoso. Un besote.
Yuriflame:
Gracias, de veras. Vuelve que serás siempre bienvenido.