12.2.05

Preguntas, preguntas, preguntas...

¿Qué hacemos cuando el Otro, (sí, con mayúsculas, para referirme a lo que algunos filósofos le llaman Alteridad) ese Otro nos pide algo?

Pero no es cualquier "algo". Resulta que lo solicitado es importante para el Otro, casi vital, pues le sirve para ir completando su existencia, para irlo potenciando como persona, para hacerlo crecer.

¿Qué pasa si nosotros no respondemos de la manera adecuada? Y no es por maldad, desidia o inconsciencia. Es por que simplemente no podemos darlo. Desglosemos ese "simplemente". ¿Qué pasa si estamos imposibilitados física, emocional o psíquicamente para dar "eso" que nos piden? ¿Qué pasa si no es imposible, pero cuenta con probabilidades tan bajas que lo hace poco creíble que alguna vez logre suceder?

¿Quién debe ceder o modificar de su postura? ¿La solicitud inaplazable vital, urgente? ¿La respuesta débil o casi imposible?

¿Debemos sentirnos responsables de no llenar las expectativas del Otro? ¿Debemos desentendernos y buscar vivir la vida de la mejor manera posible? ¿Debemos buscar algún Otro que pida cosas que podemos alcanzar? ¿El Otro debe buscar a alguien distinto de nosotros para obtener lo que necesita?

Uno tiene, en principio, el derecho a pedir lo que necesita, si es vital. ¿Tenemos nosotros el derecho de negárselo?

Todos son extremos, pero no se vislumbra un punto medio.

Como verán, es atolladero del cual no se ve salida. Y si a eso se le añade que ya comienzan a aparecer nubes depresivas en el horizonte, pues parece que ya tronó todo.

Me disculpo por escribir, quizá, tan críptico, pero necesitaba preguntarle todo esto a otra persona. No importa (aunque de hecho si importa) si obtengo o no respuestas. Ya logré sacar las preguntas de entre pecho y espalda.



2 comentarios:

  1. Hazte esta pregunta: ¿te hace feliz hacer eso por el Otro? ¿o, por el contrario, te produce imfelicidad?

    De una que ha sido el Otro y que, racionalmente, entiende que hay cosas que no se pueden dar sin hacerse daño a uno mismo, aunque tenga el corazón sangrante por esa racionalidad...

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  2. Gracias, Zirbêth, por la pregunta. Ayuda a decantar las aguas cenagosas.

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