Cumpleaños de Borges

Ya antes había escrito sobre Borges. Hoy toca recordar que este día cumpliría ciento ocho años.

A 108 años de su nacimiento

"Todos los escritores argentinos nos sentimos hijos de Borges"

Varios autores revalidan su excepcionalidad literaria

Viernes 24 de agosto de 2007 | Publicado en la Edición impresa


Era la madrugada de un glacial jueves de 1899. La pereza del invierno demoraba la salida del Sol cuando el reloj marcó las 5, y en la casa de sus abuelos maternos -un portento bajo de habitaciones corridas, con dos patios alargados y zaguán, ventanas enrejadas y un aljibe-, nacía un niño en Tucumán 840. Lo bautizaron Jorge Francisco Isidoro Luis Borges, para apodarlo "Georgie".

Con los años, aquel anglófilo morador de bibliotecas se convertiría en el mayor prócer literario argentino. Un laudo indiscutido que pocos coterráneos objetarían, hasta que, semanas atrás, en la intimidad de la más pública de las conversaciones privadas, Tomás Eloy Martínez le arrancó a Paul Auster un áspero aserto que lo ubica como "un escritor menor genial".

La contundencia de ese axioma paradójico azuzó el establishment cultural y hoy, a 108 años del nacimiento de Borges, son los propios escritores argentinos los que revalidan y confirman su genialidad.

Como sostiene Diego Paszkowski: "La genialidad de Borges no se discute. Cambiaría diez mil novelas de muchos otros por un solo cuento de él". Y sitúa su obra a la altura de la de Kafka, Oscar Wilde y Dostoievski.

"La de Borges es una obra universal y marca, según creo, un camino por seguir, una forma original y magnífica de entender la literatura. Todos los escritores argentinos somos, queramos o no, estemos contentos o no con ese destino, hijos de Borges."

Marcelo Birmajer lo considera "el mejor de todos nosotros". Añade: "Bastaría con los relatos de Historia universal de la infamia para declararlo un genio, con sus frases exactas, prístinas". Y, como prueba canónica de su excepcionalidad, se refiere a su humor, "cruel y desenfadado" y a El Aleph , "uno de los mayores cuentos de desamor de la literatura argentina".

Estrategia y humildad

"Imitando a su maestro Chesterton, Borges insistía en definirse a sí mismo como un escritor menor", recuerda Federico Andahazi. "Su excesiva modestia tenía un doble propósito: arrebatarles un argumento a sus detractores y obligar a sus seguidores a ensayar una defensa ante tan injusta aseveración. Pero sostener que Borges es un autor menor porque nunca escribió una novela es como decir que Auster es inferior a Tom Wolf porque nunca escribió un libro tan extenso como Todo un hombre ."

Para María Rosa Lojo, Borges "instauró no sólo una inconfundible manera de escribir; sino una nueva manera de leer". Lojo describe su escritura como un cauce para "imágenes potentes, innovadoras, precisas, que nos devuelven a la ilusión originaria del lenguaje".

María Esther Vázquez recoge la valoración del poeta Eugenio Montale. "Borges es capaz de meter el universo en una caja de fósforos", sostuvo el italiano, premio Nobel de Literatura. "Y no se equivocaba. El poema conjetural, Spinoza y El poema de los dones significan la síntesis de nuestro destino como país", dice Vázquez.

Con sana picardía, recoge el guante Ernesto Schoo: "A algunos novelistas les debe de doler la famosa frase de Borges, cuando dice que la novela es un desvarío laborioso y empobrecedor, al extender a muchas páginas lo que podría decirse en pocas líneas". Y Alan Pauls sentencia: "Borges moviliza un mínimo de fuerzas para obtener un máximo de efectos. Podría ser el paradigma absoluto del estilo: cambiar el mundo tocándole apenas una coma".

Por Loreley Gaffoglio
De la Redacción de LA NACION

Me parece que la la opinión de algún entrevistado es un poquitín desmesurada. Hay otros excelentes escritores argentinos (Cortázar, para comenzar) pero es imposible negar la influencia de JLB en la literatura contemporánea.

Feliz Cumpleaños, Maestro.

Categoría: Literatura, Borges