14.8.07

Contaminación por plomo: 2


Siguiendo con el tema de la contaminación con plomo, el domingo pasado, la periodista Cecibel Romero escribió en LPG un editorial tocando el mismo tema. Por supuesto, está mejor escrito y plantea más datos que mi nota anterior.


Leyes sin lustre
El ejemplo de Mattel

Cecibel Romero
Jefa de Información Multimedia de LA PRENSA GRÁFICA


Al volver de vacaciones nos encontramos con una noticia que de inmediato provocó un decomiso casi insólito en este país. Sin duda es parte de una cultura del cumplimiento de la ley que no nos pertenece y que muchos anhelamos. La empresa estadounidense Mattel realizó una operación internacional de gran envergadura para retirar cuanto antes, de las manos de los pequeños consumidores, un lote de juguetes a los que se detectó niveles inaceptables de plomo en la pintura con la cual son revestidos. Se alertó a la población por diversos medios y casi se les suplicó a los padres que fueran por su dinero y entregaran ciertos modelos específicos de Elmo, Barney, Dora la Exploradora y otra serie de personajes infantiles que se habían convertido en juguetes tóxicos.

Lastimosamente, nosotros tenemos ya desde hace meses en San Juan Opico varios "niños de plomo". Menores contaminados con ese metal y con serias complicaciones de salud, no por haber jugado con un juguete de 35 dólares fabricado deficientemente en China, sino por respirar cerca de la principal fábrica de baterías de El Salvador y Centroamérica.

Nuestras autoridades en Salud y Medio Ambiente no alertan de nada y siguen manejando el caso con reserva, como si no se tratara de un asunto de interés público. La política de muchas instituciones encargadas de cuidarnos de la contaminación y otros riesgos es la de implementar un triste sigilo para no dañar "la imagen" o no causar pérdidas millonarias a la empresa en cuestión.

Los cálculos de Mattel indican que el proceso de retorno de los 1.5 millones de plásticos sospechosos terminará en noviembre. ¿Se imagina el costo que puede provocar ese error de control de calidad en plena víspera de la Navidad? Para su suerte no estaba embarrada en el escándalo la famosa Barbie, que ya tiene bastantes dolores de cabeza con su competencia, las muñecas Bratz. Pero allí la autoridad sabe que su función no es garantizar la sanidad financiera de Mattel sino la salud de los ciudadanos. Tiene claro el significado de su nombre: Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo; y saben como enfrentar el chantaje político, la corrupción o el tráfico de influencia.

Esta semana, el Ministerio de Economía inspeccionó una gasolinera que estaba vendiendo combustible con agua y comprobó la anomalía denunciada por los afectados. Pero el ministerio no tenía la potestad de ordenar el cierre de la bomba y aún está evaluando si fue intencional o producto de un descuido y si sanciona a la estación. Precisamente, esa es una de las atribuciones que está incluida en la nueva ley de hidrocarburos que aún no brota de la Asamblea Legislativa.

En el país hay un constante cuestionamiento de las leyes; pero, ¿qué es lo que genera impunidad? ¿Las deficiencias de las leyes o el acatamiento relativo de las mismas? Yo diría que las dos cosas. En el caso de la gasolina hay un vacío para actuar con firmeza, pero existen otros cuerpos legales que son claros: "El Estado debe prevenir, disminuir o eliminar gradualmente las emisiones contaminantes en la atmósfera en beneficio de la salud y el bienestar humano y del ambiente", dice la Ley de Medio Ambiente en su artículo 47; sin embargo, mire a su alrededor (fábricas, basura, buses y automóviles) y lo que predomina es el "lasser faire lasser passer" (dejar hacer, dejar pasar). Un paradigma económico que en el campo social puede tener nefastas consecuencias... como los "niños de plomo".


¿Dónde terminan las libertades económicas y comienzan los abusos empresariales? Por favor, mientras la contaminación siga en San Jun Opico, que la gran Empresa salvadoreña no me venga a hablar de "responsabilidad social empresarial". Mejor ayúdenle a las familias de esta zona y presionen a la empresa responsable para que indemnice de alguna manera a estas personas.

Y para que no pensamos que esos niños envenenados no tienen nombre ni apellido, el lunes apareció la siguiente noticia en el mismo periódico.


Niño ingresado por neumonía tiene plomo

El menor vive en la colonia Sitio del Niño, en Opico, un lugar donde se han dado varios casos por supuestas emanaciones tóxicas.

Erick Rivera
social@laprensa.com.sv


Geovany Delgado Avilés, de un año de vida, ingresó hace cinco días al Hospital San Rafael, en Santa Tecla, por neumonía. Pero luego de varios exámenes se le detectó que, además, tiene plomo en su organismo, específicamente 22 microgramos por decilitro de sangre.

"Tiene niveles de plomo que no son graves por el momento", dijo Rafael Guevara, médico jefe de turno de fin de semana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) fija en 10 microgramos por decilitro el máximo para un menor de 16 años.

El niño reside en la colonia Sitio del Niño, en Opico, una zona donde funciona una fábrica de baterías y donde se han registrado varios casos de contaminación, especialmente en niños.

Protesta
Un grupo de pobladores de las zonas cercanas a la fábrica realizó ayer por la tarde una jornada de protesta porque consideran que el Estado no "se ha interesado" por las condiciones de los pobladores, según declaró Emilio González Comayagua, dirigente comunal. Los vecinos presentaron pruebas médicas realizadas a nueve menores de la escuela local donde se registra que varios tienen ya algún nivel de plomo en su cuerpo.


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