Cuando me enfrento por primera vez a la obra de una artista, una pintura o escultura, a veces evito ver el cuadro explicativo con el título y técnica utilizada. Así evito que el título me dirija expresamente donde el artista colocó su intención. Admiro el objeto de arte y luego buscó el nombre. Otras veces sucede al revés, leo la ficha y miro la obra. Si bien tiendo al primer modo de aproximación, el segundo ocurre con cierta frecuencia.
Con esta obra en particular, ninguno de las dos vertientes me han dejado claro el sentido del autor. Sí, dicen que el arte es plurisignificante, pero en mi razón la obra y el título no coinciden. Así que he dejado que la sorpresa y la admiración sobre esa discordancia hagan su trabajo.
Con esta obra en particular, ninguno de las dos vertientes me han dejado claro el sentido del autor. Sí, dicen que el arte es plurisignificante, pero en mi razón la obra y el título no coinciden. Así que he dejado que la sorpresa y la admiración sobre esa discordancia hagan su trabajo.
La obra en cuestión es creación de Eduardo Chinchilla, fechada en 1956, hecha en hierro forjado. Se llama Plano oscuro
Categoría: Arte
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