11.8.05

Estas no son coincidencias


Hace un par de semanas, el día sábado 30 de julio, en la edición de La Prensa Gráfica, me encontré con dos artículos interesantes, cada uno por su lado, pero que juntos me causaron sorpresa. El primero, era de Francisco Andrés Escobar y estaba titulado "Sincrodestinos". El segundo, del nicaragüense Sergio Ramírez se titulaba "Selvas de papel". Usualmente, encuentro un artículo de calidad en el periódico. Pero encontrarme dos es la excepción.

Habían quedado almacenados en mi memoria (sin olvidarlos), pero dos post de Jacinta Escudos trajeron a la memoria el escrito de Ramírez, a quien cito:

Pero la dificultad estriba hoy día en que, gracias al reinado absoluto del mercado, el concepto de literatura de calidad, que no siempre se vende bien, ha venido siendo arrinconado por el concepto de literatura de éxito inmediato. Cada vez menos los editores aplican la vieja regla de que los libros que se venden bien deben ayudar a subsistir a aquellos que se venden menos, de manera que los catálogos tengan un sabio equilibrio.

sin embargo, Jacinta lo expone de manera más directa:

El problema radica, claro está, en una incompatibilidad absoluta de objetivos entre editoriales y escritores. Las editoriales quieren vender. Los escritores quieren publicar. Las editoriales valoran los libros estrictamente a partir de las ventas. Eso los hace "buenos". Ojo: no los convierte en literatura.

y si eso no bastara

Esto no es secreto: cada día, los editores se convierten más en administradores de empresas y no son amantes de la literatura, ni siquiera conocedores, ni siquiera francamente interesados en ella.


¿Dónde iremos parar si las futuras generaciones que a empujones leen, les toca una serie de escritores que escriben únicamente lo que las editoriales dictan que es la moda?

Es curioso que dos escritores centroamericanos hayan tocado el tema en un intervalo tan breve de tiempo. Me llama la atención el concepto de sincronicidad que plantea Jung. Más sorprendente que en este ejemplo, Francisco Escobar plantea los sincrodestinos, en el mismo periódico Sergio Ramírez habla sobre los problemas editoriales y en su bitácora Jacinta Escudos lo remata con un experiencia muy personal. Para otros podrán ser meras coincidencias. Para mí no lo son. Y si me tachan de tener pensamiento mágico, pues, no creo ser el único.

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