El fenómeno tropical Ida (que comenzó como tormenta, y que en este momento es huracán categoría 2) aunado a una depresión tropical del lado del pacífico, causaron lluvias intermitentes desde el pasado jueves 5 de noviembre, que culminaron en lluvias continuas en todo el país desde el final de la tarde del ayer sábado hasta las primeras horas de la mañana de hoy. La lluvia inundó todo nuestro país ha dejado una estela de muerte y destrucción.
Esta imagen, generada por el Servicio Nacional de Estudios Territoriales nos muestra la cantidad de lluvia que se depositó sobre nuestro país en estas 24 horas.
Ver que en Verapaz, en el departamento de San Vicente, un alud de lodo y piedras ha dejado tal cantidad de muertos, desaparecidos y damnificados, deja triste el alma. Cuando digo piedras, me refiero a rocas de más de 60 centímetros de diámetro que cubren una calle hasta casi los techos de las casas. La imagen es impresionante.
En este momento fácilmente se sobrepasan los cien muertos y más de siete mil damnificados que están en albergues temporales.
Es tan triste ver las imágenes de tanta destrucción, muerte, personas rescatando del lodo sus pocas pertenencias, ver carreteras cubiertas de piedras del tamaño de un puño. Todo lo que un ciclo de lluvia intensa deja en evidencia. Más triste aún es ver como los partidos políticos actúan en estos momentos: un diputado del derechista partido de oposición critica tontamente la labor del gobierno, mientras actúa de manera sectaria llamando a que lleven la ayuda a los locales de su partido para luego distribuirla a través de sus canales políticos. Deja en evidencia que sólo quieren llevar votos a su causa. Ni siquiera en medio de este desastre son capaces de dejar de lado su fanatismo político para unirse al gobierno y a las iglesias para llevar un poco de alivio a quienes pasan frío, hambre y tristeza en esta noche. Los políticos así me dan asco.
Ojalá que el huracán Ida no deje destrucción en Guatemala, en México o en EE.UU (si llega a sus costas). Mis condolencias para todas las familias que perdieron a sus seres queridos. Nos toca llorarlos, pero también trabajar para que estos damnificados puedan recomponer sus vidas y que nuestro país pueda recuperarse rápidamente de este desastre.
Categoría: Muerte, Política, Huracán Ida
Ver que en Verapaz, en el departamento de San Vicente, un alud de lodo y piedras ha dejado tal cantidad de muertos, desaparecidos y damnificados, deja triste el alma. Cuando digo piedras, me refiero a rocas de más de 60 centímetros de diámetro que cubren una calle hasta casi los techos de las casas. La imagen es impresionante.
En este momento fácilmente se sobrepasan los cien muertos y más de siete mil damnificados que están en albergues temporales.
Es tan triste ver las imágenes de tanta destrucción, muerte, personas rescatando del lodo sus pocas pertenencias, ver carreteras cubiertas de piedras del tamaño de un puño. Todo lo que un ciclo de lluvia intensa deja en evidencia. Más triste aún es ver como los partidos políticos actúan en estos momentos: un diputado del derechista partido de oposición critica tontamente la labor del gobierno, mientras actúa de manera sectaria llamando a que lleven la ayuda a los locales de su partido para luego distribuirla a través de sus canales políticos. Deja en evidencia que sólo quieren llevar votos a su causa. Ni siquiera en medio de este desastre son capaces de dejar de lado su fanatismo político para unirse al gobierno y a las iglesias para llevar un poco de alivio a quienes pasan frío, hambre y tristeza en esta noche. Los políticos así me dan asco.
Ojalá que el huracán Ida no deje destrucción en Guatemala, en México o en EE.UU (si llega a sus costas). Mis condolencias para todas las familias que perdieron a sus seres queridos. Nos toca llorarlos, pero también trabajar para que estos damnificados puedan recomponer sus vidas y que nuestro país pueda recuperarse rápidamente de este desastre.
Categoría: Muerte, Política, Huracán Ida
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