Me he detenido en estos días a leer este pequeño documento del sitio de CiJ, llamado Breve antología de términos económicos elaborado por el reconocido economista Luis de Sebastián. No conozco lo suficiente de economía, pero me parece que en este cuadernillo se resumen de manera sencilla algunos de los conceptos que se citan con mayor frecuencia en los diferentes medios de difusión.
Cito algunas de las definiciones que me parecieron las más relevantes o novedosas.
Bienes públicos Son bienes (y por extensión, servicios) que pueden ser consumidos por todos y cada uno de los miembros de una sociedad. Tienen dos características: a) que los consumidores no sean rivales, es decir, el que lo consuma una persona no impide que lo consuman otras personas (p.e. el alumbrado público); b) que las personas no puedan no consumirlo aun cuando quisieran (p.e. una atmósfera limpia). Estas características los diferencian de los bienes privados, cuyo consumo es rival y rechazable. La combinación de las dos características de los bienes públicos hace que no se pueda obligar a la población a que pague por su consumo individual en ocasiones precisas. Por eso no se puede dejar su provisión al mercado, porque el mercado sólo entiende de bienes privados. La mayor parte de los servicios sociales tiene naturaleza de bienes públicos, cuya producción y provisión se tiene que financiar por medio de impuestos que pagan los ciudadanos. La abundancia y calidad de bienes públicos en un país es el mejor indicador de su nivel de desarrollo, así como su ausencia y mala calidad es un índice de subdesarrollo.
Comercio justo El concepto parte del supuesto de que la mayor parte del comercio internacional en productos naturales que se generan en los países pobres es injusto para los productores. El comercio justo trata de establecer una cadena de distribución a nivel internacional que beneficie más a los pequeños y medianos productores que actualmente. Por ejemplo, desde el pequeño cultivador de café hasta la taza de café que nos sirven en un bar hay unos veinte pasos o etapas del proceso, que aumentan a cada paso el valor añadido del producto, sin que beneficie nada al productor. Suprimiendo varias de estas etapas intermedias, el productor originario puede recibir una parte mayor del precio final de una taza de café en un país rico.
Competencia Tiene dos realidades: una en la teoría económica y otra en el mundo de los negocios. En la teoría económica la competencia es una fuerza benéfica que impide por una parte que las empresas, que son muchas y venden el mismo producto, abusen de los consumidores, cargándoles un precio más elevado que el precio de equilibrio, y por otra que perjudiquen a otras empresas con un precio menor (para vender más y quitarles mercado). La competencia se encarga de que el precio sea el que realmente determinen la oferta y la demanda del mercado, que sería en cierta manera el "precio justo" Eso es la teoría. En la práctica de los negocios, la competencia es percibida por los empresarios como una barrera o restricción que les impide vender más cantidad, vender a un precio mayor, o vender productos de diferente calidad. Por eso tratan de evitarla o superarla llevando su negocio al terreno del monopolio o del oligopolio (monopolio de unos pocos). La competencia como cualidad deseable de un mercado bien ordenado es un bien público, cuya preservación y defensa tiene que estar a cargo de las autoridades.
Fallos del mercado Cuando un mercado dejado a sí mismo no asigna los recursos eficientemente, las autoridades justifican su intervención por los fallos del mercado. Las externalidades son una clase de fallos del mercado, pero hay otras: el abuso del poder en el mercado, que ocurre cuando el vendedor -o el comprador- pueden ejercer una influencia determinante sobre los precios o sobre la cantidad que se produce. El monopolio y el monopsonio (monopolio de compra) son los mejores ejemplos. Un tercer fallo sería la información asimétrica, cuando o bien el vendedor o bien el comprador tienen más y mejor información sobre la calidad, coste de producción, estado de la competencia de un bien que se negocia. Y como ya vimos, la producción de bienes públicos no se puede dejar al mercado ¿Cuánta defensa nacional se produciría si se dejara la decisión del mercado?
Índice de desarrollo humano Un índice creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, para clasificar y comparar el grado de desarrollo de los países. Este índice tiene mayor contenido y da más información que el tradicional indicador de "renta per capita", que no deja de ser un promedio simple que se obtiene dividiendo el valor nominal de la renta por el número de habitantes. Este indicador no dice nada de la distribución de la renta. El IDH incorpora a la renta por persona, el índice de mortalidad infantil y de escolarización, y el acceso a agua potable.
Mano invisible En el modelo teórico de competencia perfecta la economía encuentra su equilibrio, con el pleno empleo de todos los factores disponibles de producción, sin la intervención de ninguna autoridad, gremio o sindicato. Es "como si una mano invisible se encargara de coordinar el interés particular de cada persona con los intereses generales de la comunidad." La idea es de Adam Smith, pero no representa todo su pensamiento. Los mercados del "capitalismo real" están dominados por manos muy visibles y grandes, como son los monopolios y oligopolios. No hay armonía preestablecida ni en los mercados ni en parte alguna de la sociedad. La mano visible de las autoridades tiene que intervenir para que los mercados sean eficientes y justos.
SMITH, Adam Filósofo moral escocés (1723-1790) escribió La Teoría de los Sentimientos Morales y Una Investigación en la Causa de la Riqueza de las Naciones, más conocida como La Riqueza de las Naciones. Se le considera el padre de la economía moderna por su método discursivo y el análisis de casos. Es sin embargo muy diferente de los economistas neo-clásicos. Smith hacía economía política y no simplemente economía, como se hace ahora, que prescinde de las personas reales y de las instituciones sociales. Smith tiene que ser interpretado en su particular contexto. No escribe para el siglo XXI, como a veces se lo quiere interpretar, sino para finales del siglo XVII, cuando las monarquías absolutas ponían la riqueza de sus naciones en acumular oro y plata, por medio de la conquista y el comercio depredador. Para Smith la causa y origen de la riqueza es el trabajo humano: "la riqueza de las naciones es el trabajo de su gente" escribe al inicio de su libro. Y luego pasa a explicar cómo por medio de la división del trabajo y el intercambio comercial aumenta la productividad del trabajo y la riqueza de las naciones. En su Teoría de los Sentimientos Morales nos presente una sociedad en la que el "fellow feeling", el sentimiento de solidaridad, es la base de la sociedad. Lógicamente esta antropología subyace a sus ideas sobre el mercado.
Luego de haber leído este documento, he vuelto a escuchar en la radio que Adam Smith tiene mas bien una visión moralista de la economía. El artículo de Wikipedia en español tiene ese mismo énfasis.
Ya con este material puedo entender mejor lo que plantean los economistas (como Aniuxa) en sus escritos. En fin, los invito a que lo descarguen (está en formato PDF).
Categoría: Economía
A pesar del sesgo pro comando y control estatista que permea al .pdf, me encantó el ejemplo, harto común en las facultades, pero rara vez usado fuera de ellas:
ResponderBorrar«la producción de bienes públicos no se puede dejar al mercado ¿Cuánta defensa nacional se produciría si se dejara la decisión del mercado?»
¿Cuántos salvadoreños se sorprenderían si mañana la primera plana de los diarios rezara: El ejército salvadoreño, por definición, un bien público.
Gracias por el artículo.
Alde, amigo querido, digo yo: ¿entendiendo la cosa, no se deprime una más todavía? :(
ResponderBorrarBesos y gracias por estar en todo sitio donde se me ocurre volar.
e-v:
ResponderBorrarTal vez podría decirse lo mismo del MARN, el ISDEMU, la SC y otras entidades del gobierno
;-)
Ya en serio:
Luis de Sebastián ya ha estado en el país y lo han entrevistado alguna vez en televisión. Creo que te parecería interesante su enfoque sobre los temas económicos.
Shered:
Creo que deprime más no entenderla o creerse *todo* lo que algunos medios de difusión nos quieren hacer parecer como el único modo de construir una economía saludable.
Gracias por la visita.