Hoy por la mañana escuché por la radio la noticia de la muerte de los tres diputados del Parlamento Centroamericano y del chofer del auto, el señor Gerardo Ramírez. Los cuatro fueron asesinados y sus cadáveres fueron quemados junto con el vehículo.
Desde hace muchos años no mirábamos un acto de tanta crueldad y esto nos ha dejado asombrados, asqueados y tristes. Ver el carro calcinado fue terrible. Mis condolencias a las familias de los diputados y en especial para la del señor Ramírez. Nadie se merece este tipo de muerte.
Este es uno de esos casos en que las diferencias ideológicas no deberían existir y el luto y el asombro deberían unirnos como sociedad. Entiendo que los partidos políticos lo han asumido de esta manera. Bien por ellos. La nota discordante la han puesto algunas organizaciones sociales de izquierda que han aprovechado la oportunidad para criticar las acciones anti-delincuenciales del gobierno salvadoreño. Este no es el momento, punto. Además, el acto de barbarie fue cometido en suelo extranjero.
Yo le recomiendo a los políticos y a la policía de ambos países abstenerse de inventar hipótesis sobre esta masacre. Es fácil dejarse llevar por la imaginación. Lo mejor es basarse en los hechos concretos.
El gobierno y la policía del Guatemala tienen una dura tarea por delante: investigar el crimen, juzgar y encarcelar a los responsables. Sólo pido que la lleven a cabo con dignidad, veracidad y eficiencia.
Categoría: Violencia, Política
Me uno a las condolencias ofrecidas por Aldebarán.
ResponderBorrarAl mismo tiempo, la misma disciplina y voluntad de investigación y búsqueda de la Justicia debe aplicarse a éste caso como a los salvadoreños asesinados y vejados en Guatemala en 2006.
Buscar justicia sólamente para ciudadanos preeminentes y no hacerlo para el pueblo es injusticia social.
Este crimen, al igual que todo los asesinatos que ocurren a diario, no debe quedar en la impunidad. Es increíble el odio de los asesinos, que ejecutaron a sus víctimas con tanta crueldad.
ResponderBorrarmmmmm, no sé este tipo de homicidios, al igual que el ocurrido hace un par de años con un importante empresario de cierta aerolínea (que nunca se terminó de esclarecer)son prueba de que los seres humanos no estamos tan evolucionados como decimos, por más avances en la ciencia y otras ramas del conocimiento, parece que las formas básicas de reacción ante...mmm...qué sé yo, el miedo, la amenaza de perder algo o simplemente el deseo de dañar a otro, siguen presentes de la misma manera en que lo estaban hace miles de años.
ResponderBorrarEn serio que pena, lo siento por la familia que debe estar consternada, y no ayuda mucho el teatrito que les encanta armar a los políticos y a los medios de comunicación.
Simplemente es Indignante.
De acuerdo con Aldebarán, como siempre.
ResponderBorrare-V:
ResponderBorrarEl asunto se les ha salido de las manos a los cuerpos policiales de ambos países. Si esto no es el inicio de una lucha contra el crimen en esa carretera, habrá que quejarse y con fuerza.
Arbolario:
Has ocupado la palabra clave: crueldad.
Sandra:
Es por eso que no podemos comenzar a lanzar hipótesis sin pruebas materiales que las sustenten.
Rafael:
Lástima que Grissom sea sólo un personaje de fición. Sería útil en estos momentos.