13.1.11

Diez años

Han pasado mucho en estos primeros diez años de este siglo y del milenio. Comenzar a hacer un recuento de todo es una tarea inmensa. Me detendré en algunas cosas que considero las más importantes y otras porque han cambiado nuestra vida cotidiana.

Para comenzar, hoy se cumplen diez años del primer terremoto que azotó a El Salvador en ese año 2001. Todavía se ven las huellas en algunos lugares, la zona de La Colina en Santa Tecla no termina de cicatrizar en las personas que perdieron a sus familiares. Incluso físicamente, no se ha recuperado totalmente la vegetación en la parte de la Cordillera del Bálsamo.

En este decenio, han ocurrido muchos desastres naturales en el mundo: el tsunami del sudeste asiático, el terremoto de Haití y luego el de Chile. Inundaciones y deslaves de lodo en toda Latinoamérica han dejado muchas muertes. El clima mundial ha cambiado notablemente, como resultado del calentamiento global.

Además, el panorama político del mundo se ha complicado. El terrorismo apareció en la agenda de Estados Unidos, llevándonos de encuentro a nosotros, a través del endurecimiento de las medidas para los viajes en casi todos los aeropuertos del mundo. Esto por supuesto, deja como problemas "menores" temas como el armamentismo, la pobreza y el hambre en el mundo.

El año 2001 también comenzó con la entrada en vigencia del bi-monetarismo en nuestro país, que al final terminó sacando de circulación al colón salvadoreño y dejando como única moneda al dólar estadounidense, con una paridad de 8.75 colones por dólar. Los economistas (algunos de ellos, pues) dicen que eso nos ha dado mayor estabilidad macro económica y que evita que la inflación sea tan elevada. A nivel micro-económico, la realidad es otra. Tomo referencia el precio de nuestro plato típico, las pupusas. Actualmente, dependiendo del lugar, tienen un precio de $0,25 (2.19 colones) hasta $0,88 (7.70 colones). No recuerdo los precios de las pupusas en estos lugares antes de la dolarización, pero no creo que las más caras costaban entre ochenta centavos y un colon (nueve y once centavos de dólar) En diez años hemos visto como el precio de las pupusas se ha elevado más de ocho veces. Y así podemos hacer cuentas con otros productos de nuestra canasta básica.

En estos diez años apareció la Web 2.0 en nuestras vidas, comenzando por los Weblogs para continuar con los podcast, videos en línea, sitios de microblogging y las redes sociales. En El Salvador, la presencia de la telefonía celular ha ganado un terreno impresionante, cambiando nuestra rutina diaria.

Para terminar, en estos diez años este blog salió al ciberespacio y se mantiene como un espacio importante para mi vida. A través de él he conocido a personas importantes para mí. Con algunas nos hemos podido ver en persona, con otras, queda esa tarea pendiente.

10.1.11

Murió María Elena Walsh

Hoy por la mañana me enteré en La Nación, de la muerte de María Elena Walsh, escritora y compositora argentina. Ya la he mencionado brevemente en esta bitácora. Ella era una persona muy querida en su país, sobre todo por la cantidad de canciones y publicaciones infantiles que creó a lo largo de su vida. En El Salvador, es poco conocida, pero sí los son algunas de las canciones "para mayores" que ella compuso (Como la cigarra, es una de ellas). Ojalá nosotros le tuvieramos tanto cariño y respeto a nuestros autores salvadoreños.


Murió María Elena Walsh
La autora de clásicos infantiles falleció a los 80 años en el sanatorio La Trinidad tras padecer una larga enfermedad; desde las 17, la velan en Sadaic; la Presidenta estuvo presente en la sala; accedé al especial multimedia; dejá tu mensaje de despedida
Lunes 10 de enero de 2011 | 12:42 (actualizado a las 00:41)

La escritora, poetisa y compositora María Elena Walsh falleció ayer a los 80 años tras padecer una larga enfermedad, según confirmaron desde la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic) a lanacion.com.

"El Sanatorio Trinidad Palermo informa del fallecimiento de la Sra. María Elena Walsh, luego de una prolongada internación y como epílogo de padecimientos crónicos que la aquejaban, contra los cuales luchó en los últimos tiempos", informó el centro médico a través de un escueto comunicado.

Los restos de esta figura prominente de la cultura argentina son velados en la sede de Sadaic, de la cual formaba la comisión directiva, en Lavalle 1547, y serán inhumados hoy desde las 11 en el Panteón que la entidad posee en el Cementerio de la Chacarita.

Sin efectuar declaraciones a la prensa, la Presidenta Cristina Fernández arribó pasadas las 23 al velatorio de la artista María Elena Walsh en el que permaneció cerca de 10 minutos.

La mandataria llegó acompañada por Oscar Parrilli, secretario General de la Presidencia; y Carlos Zannini, su par de Legal y Técnica.

La autora de libros, obras y canciones infantiles que se convirtieron en clásicos como Manuelita, ¿dónde vas? , Canciones para mirar, y El reino del revés, nació en el barrio de Ramos Mejía, en Buenos Aires, el 1º de febrero de 1930. En 1981, le diagnosticaron cáncer óseo.


Su padre, irlandés, se casó en segundas nupcias con su madre, con quien tuvo dos hijas: Susana y María Elena. "En mi casa había un ambiente de clase media ilustrada. Gente con sensibilidad hacia el arte, la lectura, la música. Ese es un privilegio de cuna muy grande. Es como heredar una fortuna", expresó la reconocida autora a LA NACION.

A los 13 años, la precoz artista dejó su Ramos Mejía natal para estudiar el secundario en Bellas Artes de la Capital. Cuatro años más tarde, publicó su primer libro, Otoño imperdonable, con el que recibió el segundo premio Municipal de Poesía. Además, Walsh escribió durante varios años para LA NACION.

"A partir de la muerte de Eva [Perón] se endureció mucho la censura. No quiero decir que me haya exiliado, pero preferí tomar distancia", contó sobre su estadía en París entre 1952 y 1956. Fue allí donde comenzó a escribir libros para chicos, con Tutú Marambá.

María Elena dejó un legado indeleble en la literatura infantil con obras que fueron llevadas al teatro en diversas oportunidades e incluso llegó al cine con el film de Manuel García Ferré, Manuelita. Además, sus textos fueron traducidos al francés, al italiano, al inglés, al sueco y al hebreo, y le valieron premios literarios en el país y en el exterior.

"Creo que la gente sigue haciéndoles escuchar mis canciones a los chicos porque las consideran como una suerte de tesoro familiar". Así, la compositora explicó a este medio la razón de su vigencia en 1997, cuando un conjunto de cantantes, entre ellos, Joan Manuel Serrat, Palito Ortega y León Gieco, grabaron un tributo en CD con sus canciones.

Además de ser un símbolo que marcó la infancia de muchas generaciones, Walsh también incursionó en diversos géneros, como el folklore (con el reconocido dúo que compartó con Leda Valladares en los años 50), composiciones para adultos ( Como la cigarra , Serenata para la tierra de uno ), poemas, ensayos, guiones para cine y TV, y memorias.

Fue nombrada ciudadana ilustre de Buenos Aires, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba, personalidad ilustre de Buenos Aires y, entre diversos reconocimientos, la escritora fue homenajeada por sus pares en 2008.

En 2008 publicó Fantasmas en el parque, una novela - autobiografía, en la que, con la lucidez y la ironía que constituyen dos de sus señas más reconocibles, la compositora instaló la vida en el Parque Las Heras, donde transcurrían personajes reales y fantasmagóricos, entre los que podemos reconocernos.

María Elena también estuvo relacionada con la política. Además de analizarla desde sus columnas de opinión, en 1985 fue designada por el entonces presidente Raúl Alfonsín como integrante del Consejo para la Consolidación de la Democracia, donde se desempeñó hasta 1989. También logró trascendencia su postura crítica a la instalación de la polémica "carpa blanca" de los docentes en 1997. Sin embargo, en los últimos años, la escritora decidió alejarse de la política hasta manifestarse "escéptica" en una entrevista con este medio, en 2005.

Descanse en Paz, María Elena Walsh



6.1.11

Inicio de 2011

Este año 2011 del que llevamos seis días, comienza sin mucho impulso, pero sin la carga pesada que llevaba a finales de 2010. Hay cosas que no han mejorado, pero tampoco han empeorado. Hay eventos que mantienen mi esperanza. Hay enfermedades que todavía no sanan, pero que están en proceso de ceder. Este será un año de paciencia. Más que los anteriores.

Quizá es por eso que escogí esta canción de Ismael Serrano, un cantautor al que no he escuchado todo lo que quisiera. Me recuerda que construir el altermundo se hace día a día, en las pequeñas cosas.














Somos
Disco: Sueños de un hombre despierto
Letra: Ismael Serrano
Música: Ismael Serrano

Somos los niños burbuja del fin de la historia,
x en ecuaciones
soñando con contratos fijos,
con libélulas que anhelan
dulces besos que se esconden
tras el brillo de las barras
de aquel bar donde te amé,
isla de resistencia,
tallando en cubitos de hielo
futuro y promesas.

Y mientras los ultracuerpos
subidos a estrados recitan sermones,
hay quien nos dice que no es tiempo
para hablar de la utopía
ni de revoluciones,
que es un anacronismo cantarle a la trova,
nombrar a Guevara
y mientras golpean tu fe
y tu futuro en su fragua.

Y en estos días el que escribe,
consciente del privilegio
de nacer en esta orilla,
cree que aún éste será el tiempo
del ángel temeroso que suspira,
átomo que gira en solitario,
alienígena nacido en esta tierra,
del sueño sublime, en fin,
del hombre y la mujer que buscan
otro mundo posible.

Y, mientras tanto, los santos
de causas perdidas discuten verdades,
armados con su piolet se confunden de enemigo.
Mientras, en la calle,
un rumor de alas batiendo exige su voz,
una voz diferente.
Meciendo en la red utopías
pregunta y disiente.

Y en estos días el que escribe,
consciente del privilegio
de habitar en esta orilla,
cree que aún éste será el tiempo
del hada temerosa que suspira,
luciérnaga abandonando el letargo,
Ícaro escapando de una isla,
del sueño sublime, en fin,
del hombre y la mujer que buscan
otro mundo posible.





Un año lleno de sueños cumplidos. Ese es mi deseo para todos ustedes.