27.6.07

Afán de lectura, libros y librerías en El Salvador.


Hace días leí el texto de Arbolario sobre las pequeñas joyas que pueden encontrarse en las librerías de San Salvador si uno se dedica a hurgar en ellas. No digamos ya si nos vamos a las librerías donde todos los libros son de segunda mano. Me asombró encontrar una nueva edición del libro de Cortázar, "Fantomas contra los vampiros multinacionales" y mucho más el que estuviera disponible en nuestro país. Quizá ya estoy demasiado acostumbrado a ser casi un gambusino bibliográfico (en el sentido de tener que recorrer muchos estantes para encontrar cosas que realmente me gusten), que cuando esas joyas aparecen en nuestras librerías no dejan de sorprenderme.

Hubiera olvidado el asunto si no hubiese leído el siguiente artículo de opinión de Cecibel Romero sobre lo difícil que es hallar libros de ciertos autores o temáticas en las librerías de la capital.


El círculo vicioso
Oferta o demanda

Cecibel Romero
Jefa de Información Multimedia de LA PRENSA GRÁFICA


Desde hace años me andaba persiguiendo un escritor chileno. En 2003 murió y volvieron a resonarme los comentarios positivos que había escuchado, pero fue hasta abril pasado que decidí buscar uno de sus libros; cuando uno de mis blogueros favoritos, el periodista francés Jean Francois-Fogel, señaló que Roberto Bolaño se instalaría finalmente en el panteón de la literatura universal al haber logrado su primera traducción al inglés. "La culpa del mundo hispanohablante es tener al producto Bolaño sin tener al servicio de marketing para vender el producto", insistió Fogel. La reseña de Book Forum hacía alusión a Borges, Cortázar y Hemingway; la revista The New Yorker también apuntaba sobre la vinculación del autor con El Salvador a través del mundillo de los poetas de izquierda. Mi curiosidad aumentó.

Me fui de compras. En cuestión de media hora había recorrido las dos grandes librerías del país para encontrarme con lo normal: no hay nada de Roberto Bolaño. Mientras los estadounidenses se devoraban como pan caliente "The Savage Detectives" ("Los detectives salvajes") yo me fui decepcionada a internet con la clara intención de "piratear" para aplacar mis ansias; afortunadamente encontré disponibles las 70 páginas de "Estrella distante". Finalmente, un rápido viaje a Guatemala puso ante mis ojos los principales títulos (de sus 10 novelas y tres libros de poesía) y tuve un regreso feliz.

No voy a ocuparme de reseñar a Bolaño sino de la insatisfacción que generan la escasez de librerías y de literatura en el país. Estoy convencida, lo cual no significa que tenga la razón, de que en este campo si no hay oferta no hay demanda. Los libreros, supongo, creen lo contrario y recitan la máxima al revés: primero la demanda para que haya oferta.

En las tiendas locales, las opciones de literatura siempre están enmarcadas en los mismos grandes nombres: García Márquez, Vargas Llosa, Ángeles Mastreta, José Saramago. O los de moda internacional: Harry Potter, El señor de los anillos, etcétera. Los otros estantes los ocupan los libros de espiritualidad sincrética, de superación o "de super", como los llama una amiga. ¿Eso es todo lo que estamos demandando los salvadoreños? ¿O es la receta que nos están imponiendo los "promotores" del vicio de leer?

Seguramente esta triste realidad de las librerías está muy relacionada (no sé si como causa o consecuencia) con el indicador que la semana pasada nos reveló una encuesta de LPG Datos: el 36.2% de los hogares salvadoreños no tiene un solo libro. Y en el 45% de los que sí tienen lo que abundan son los textos escolares: diccionarios, enciclopedias y obras clásicas. Lo sabíamos, dirán los libreros, los premios Nobel u otros autores de ensayos y análisis; no obligados en el sistema educativo, no suelen ser los más buscados.

¿Cómo romper el círculo vicioso? Las casas de la cultura y bibliotecas públicas están infradotadas de recursos económicos y humanos; no tienen la capacidad de adquirir nuevos volúmenes para sus estantes ni de formar círculos de lectores.

Como está de moda y es tan fácil aprobarlo, por qué no crear un fideicomiso para el fomento de la lectura, que garantice el acceso masivo a los libros, e incluya un subsidio por el riesgo de pérdidas a algunas librerías u otras entidades culturales. Pero eso no será suficiente, ya lo sé. El Estado debe tener armas, pero también ganas de contrarrestar las fuerzas del mercado... como en todo.



No pienso ensañarme con las librerías locales. No me conviene pelearme con mis suministrantes de libros ;-) pero quiero recuperar algunas de las ideas que plantea Romero en su artículo.

Es cierto, la generalidad de la población salvadoreña no es aficionada a la lectura. Esto puede explicarse tomando en cuenta nuestro nivel general de educación formal y nuestra realidad económica. Dentro de la canasta básica es difícil que quepa un libro cuyo precio sea mayor de cinco dólares. Es decir, comprar un libro se considera un lujo en muchos hogares salvadoreños.

Es aquí donde entran en juego las bibliotecas públicas. Nos hacen falta bibliotecas, buenas, surtidas en número de volúmenes proporcionalmente a la población que pretende atender. Este rol es desempeñado parcialmente por las Casas de la Cultura a nivel nacional; pero según lo que he visto en unas pocas que he visitado, los libros escasean y muchas son obras de consulta con demasiados años de retraso en su lomo. En este sentido, no comparto la opinión vertida por parte del Director nacional de espacios de Desarrollo Cultural en una entrevista publicada hace unos días en LPG, en donde afirmaba que las Casas de la Cultura eran más que pequeñas bibliotecas. Por lo poco que he observado, no cumplen ese cometido satisfactoriamente.

Sobre la creación del fondo para el fomento de la lectura, pueden buscarse formas creativas de hacerlo. un amigo me contó que en la Dirección de Publicaciones e Impresos (DPI) hay muchos libros embodegados por falta de un buen mercadeo que podrían distribuirse en todo el país. Además, el gobierno podría incentivar la impresión de obras nacionales (y extranjeras) de dominio público, con el único propósito de alimentar las bibliotecas municipales en los catorce departamentos de nuestro país. ¿Que sería una competencia a las otras editoriales? Quizá. ¿Sería eso mortal para las ventas de las librerías? No lo creo. Yo pienso que fomentando la lectura en todos los estratos socioeconómicos, las ventas de libros aumentarían.

Desconozco muchísimo del proceso de edición y publicación de un libro, pero me cuentan que algunas editoriales nacionales sobreviven de producir ediciones económicas de los libros que forman parte de las lecturas obligatorias de los planes de estudio del Ministerio de Educación. Posiblemente con estas ediciones subsidien a otras que no se vendan tanto o que no tengan mucho margen de ganancia.

Luego viene el problema de hacer que las personas desarrollen el hábito de la lectura. Aquí dejo abierto el tema a los expertos, pues no creo que mi experiencia personal de mucho.

En resumen, lo que planteo es el fomento de la lectura a través de la impresión y distribución de obras que son merecedoras por derecho propio de estar en los anaqueles de cualquier biblioteca de cualquier pueblo, sin importar que estén incluidas o no en un plan de estudios. Incluso puede evaluarse la opción de importar dichos títulos. Eso sí, que sean impresiones de mediana o buena calidad. He leído algunas de las ediciones económicas nacionales y, francamente, dejan mucho que desear en cuanto a la calidad del papel y de la tipografía. Exigente que es uno, pues.


Artículos relacionados

Encuesta de LPG sobre los hábitos de lectura de los salvadoreños (acá). Una nota interesante, de la cual puede desarrollarse un par de ideas.

Entrevista de LPG al Director director Nacional de Espacios de Desarrollo de CONCULTURA. (enlace). Me parece que al Director Manuel Bonilla le faltó apuntalar mejor sus respuestas.

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25.6.07

Sopa de letras 25 de junio


Ya antes había formulado una sopa de letras sobre gentilicios. Hoy comenzaré de nuevo con este mismo tema.

En la sopa de hoy se encontrarán quince gentilicios, algunos conocidos, otros no tanto. Creo que en esta ocasión, le dejé demasiados huesos a la sopa. Quisiera leer sus opiniones al respecto.

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21.6.07

El sistema educativo ¿debe seguir igual o debe cambiar?


Siguiendo con el tema de la educación, les dejo este artículo de Adrián Paenza, publicado en Página12.


Contratapa
Martes, 05 de Junio de 2007
Cirujanos y maestros en el siglo XXI
Por Adrián Paenza

Una historia interesante para pensar es la siguiente: supongamos que un cirujano de principios del siglo XX, fallecido alrededor de 1920, se despertara hoy y fuera trasladado al quirófano de un hospital moderno (aquellos a los que tienen acceso para cuidar de su salud las personas con alto poder adquisitivo, generando una desigualdad que escapa al motivo de esta nota pero que no por eso ignoro). Vuelvo al quirófano. Supongamos que en la cama de operaciones hay un cuerpo anestesiado, al que están operando usando la tecnología actual más moderna.

¿Qué haría el tal cirujano? ¿Qué sensaciones tendría?

El cuerpo de un humano claramente no cambió. En ese lugar, no habría problemas. El problema lo encontraría con las "técnicas quirúrgicas", el "aparataje" que las circundan, "el instrumental" y la "batería de tests" que estarían a disposición del equipo de médicos que están en esa sala. Eso sí sería una diferencia.

Resulta casi seguro que el viejo cirujano se quedaría admirado de lo que ve y completamente "fuera del circuito". Le explicarían el problema del paciente y seguro que lo entendería. No tendría problemas en comprender el diagnóstico (al menos, en la mayoría de los casos). Pero la operación en sí misma le resultaría totalmente inaccesible, fuera de su alcance.

Ahora cambiemos la profesión. Supongamos que en lugar de un cirujano que vivió y murió en el primer cuarto del siglo XX, resucitamos a un maestro de esos tiempos. Y lo llevamos no a una sala de operaciones, sino al teatro de operaciones de un maestro: una sala en donde se dictan clases. A una escuela.

¿Tendría problemas de comprensión? ¿Entendería de lo que están hablando? ¿Comprendería las dificultades que presentan los alumnos?

(No me refiero a los trastornos de conducta, sino a los problemas inherentes a la comprensión propiamente dicha.)

Posiblemente la respuesta sea sí, que el maestro de otros tiempos no tendría problemas en comprender y hasta podría, si el tema era de su especialidad hace un siglo, acercarse al pizarrón, tomar la tiza y seguir él con la clase casi sin dificultades.

Moraleja: Mucho cambió la tecnología el abordaje de ciertas disciplinas, pero no tengo claro que lo mismo se haya producido con los métodos y programas de enseñanza. Mi duda es: si elegimos no cambiar nada, no hay problemas. Si evaluamos que lo que se hace desde hace un siglo es lo que queremos hacer hoy, no hay críticas. Pero si lo que hacemos hoy es lo mismo que hace un siglo, porque lo revisamos poco o lo consensuamos menos, hay algo que funciona mal. Y vale la pena cuestionarlo.

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Me gusta el último párrafo del artículo. No creo que las mejoras se reduzcan a colocar una computadora en el escritorio de cada alumno, o actualizar el estado de Plutón como planeta enano, o incluir los últimos avances científicos. Creo que se trata de plantearnos
  • A quienes está dirigida esa instrucción,
  • Dónde están las personas a quienes se quiere instruir
  • Qué quiere transmitirseles
  • Para qué se les quiere instruir.
Mientras el sistema educativo no esté centrado en el alumnado y soportado por un buen cuerpo docente, difícilmente mejoraremos nuestro Índice de Desarrollo Humano. En fin, habrá personas que ya se han planteado esto y trabajan en ello. A ellos quiero decirles que tienen mi respeto y mi apoyo. Categoría: ,

20.6.07

Se necesita otro enfoque en los sistemas educativos.


Siguiendo con los temas educativos, traigo a cuenta un artículo que encontré hace varios meses en La Nación.


Cultura
Lunes 30 de Abril de 2007
"El sistema educativo es un fraude"
"Hoy instruye, pero no da una formación integral", dice el psiquiatra chileno Claudio Naranjo

Para Claudio Naranjo, psiquiatra chileno especializado en antropología, la educación -al menos como se la imparte en Occidente-, es sencillamente un fraude.

Este médico de 74 años radicado en Berkeley (California), que acaba de publicar el libro "Cambiar la educación para cambiar el mundo", dijo a su paso por la Argentina que el sistema educativo es esclavo de los intereses del mercado transnacional; que las escuelas son máquinas de exprimir niños; que lo que hacen es transmitir conocimientos de manera robotizada para pasar exámenes; que las universidades son un ticket para conseguir un buen empleo, y que los maestros están deprimidos y llenos de enfermedades psicosomáticas. Así de duro y de tajante.

"Los jóvenes sienten las instituciones educativas como irrelevantes para sus vidas", agregó el especialista chileno, formado en psicología de los valores en Harvard y en California, y creador del programa SAT, que define como "escuela del amor, del encuentro con uno mismo y el cultivo de la espiritualidad".

En diálogo con LA NACION, Naranjo -pianista singular y fanático de Piazzolla- comentó que, desde hace una década, está abocado a trabajar con los docentes para que tomen conciencia de que necesitan una transformación para poder cambiar el sistema. "Si logramos transformar al maestro, mejorará naturalmente la educación", comentó.

-¿Cuál es hoy la falla más importante en el sistema educativo?

-La educación hoy es un fraude. Instruye pero no educa. No contribuye al desarrollo integral de la persona, se ocupa de cultivar la mente del niño, pero no presta atención a sus deseos y emociones. No estamos educando para la felicidad, entendida como camino para el servicio y la vida. No se busca que los chicos sean seres autónomos, conectados con sus deseos y su individualidad. La educación se ha deshumanizado; está automatizada, globalizada, y se encuentra a merced de los intereses del mercado transnacional, de una fuerza invisible y poderosa que controla el dinero.

-¿Qué tipo de transformación necesitan los educadores?

-Los formadores precisan aprender lo que las universidades no le ofrecen: emprender un camino hondo de autoconocimiento, de sanación para convertirse en personas plenas, ancladas en su esencia; individuos con vínculos sanos. Creo haber desarrollado un método para lograrlo que hace hincapié en la meditación, el desarrollo de la atención, la quietud de la mente como vías de introspección. Mi teoría es que, si un maestro quiere enseñar a su alumno a ser libre, pacífico u honrado, él debe primero trabajar sobre sí mismo para alcanzar estas virtudes y luego transmitirlas.

-En su libro, usted propone que la educación asuma su potencial salvífico. ¿En qué sentido puede salvarnos?

-La educación debería colaborar en desarrollar seres humanos completos, integrales y puede ser salvífica si tiene en cuenta los tres niveles de evolución de nuestro cerebro: el instintivo, el afectivo y el racional. Hoy predomina el último por el paradigma racional de nuestra cultura; buscamos con soberbia el saber. Las escuelas descuidan los aspectos instintivos relacionados con el deseo y la afectividad.

-¿Los colegios y las universidades deben dejar de transmitir conocimientos, habilidades y competencias para formar futuros profesionales?

-No. Por supuesto: deben transmitir conocimientos y estimular el desarrollo de habilidades, pero sin descuidar la individualidad de cada alumno, sus aptitudes y deseos. Hay que educar para ser, fomentar en los chicos un camino de encuentro con su esencia. Si vivimos desconectados de nosotros mismos, siempre buscaremos llenar un vacío interior en el exterior. Ningún bien material (auto, departamento, viaje); ningún cargo o empleo, por más prestigioso y remunerado que sea, puede llenar ese vacío. Mi propuesta es ayudar al maestro y al chico a encontrarse consigo mismo, incluso animarse a sentir el vacío que todos tenemos dentro, y emprender luego un camino de búsqueda e integración. Una persona anclada en sí misma, auténtica y madura encontrará en la sociedad un buen lugar para desarrollarse profesionalmente y, lo más importante: vivirá contenta.

Por Agustina Lanusse
Para LA NACION

http://www.lanacion.com.ar/cultura/nota.asp?nota_id=904597
LA NACION | 30.04.2007 | Página 14 | Cultura
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Todo esto me lo trajo a cuenta este post, en donde se comentaba que muchas veces existe un gran divorcio entre lo que aprendemos en la escuela y las herramientas que usamos en nuestra vida diaria en el momento de enfrentar un problema.

Siempre oímos quejas sobre si el sistema escolar es demasiado memorístico, que no enseña a pensar, que ya no enseña valores, urbanidad, buenas costumbres, las tablas de multiplicar, a leer por placer, a escribir sin errores ortográficos. Sin embargo, es la primera vez que leo sobre su caracter salvífico.

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19.6.07

Educación e instrucción.


Revisando los otros títulos del sitio de CiJ, me encuentro con el número 146, Educar sin Instruir, escrito por Cristòfol-A. Trepat i Carbonell.

Cito sólo los primeros párrafos


1. EDUCAR E INSTRUIR
Propongo la tesis según la cual la primera y la más esencial función de la escuela es la instrucción. A su vez, pero en un segundo lugar de la jerarquía del análisis, la tesis según la cual la escuela tiene como misión contribuir a la educación del alumnado. Entiendo por "instrucción" el diseño, la realización y la evaluación de actividades de aprendizaje, efectuados por uno o más profesores o profesoras de forma ordenada según un método y para la obtención de ciertos objetivos didácticos con un grupo de alumnos. Por "educación" entiendo, en cambio, el conjunto de acciones y de ejemplos mediante los cuales los adultos se proponen alcanzar el pleno desarrollo de la personalidad de los jóvenes para integrarlos en la cultura adulta. En un sentido más estricto y quizás más restrictivo, en este cuaderno me centraré, dentro del concepto de "educación", en el proceso social a través del cual la futura ciudadanía se socializa, conoce los valores y progresivamente los va interiorizando, de tal modo que la descripción de los mismos se pueda describir y observar no solamente en sus declaraciones sino también en sus actitudes

Creo que el rol principal del profesorado en la escuela básicamente consiste en la instrucción. En la escuela se aprende fundamentalmente todo aquello que no se aprende en casa, en la televisión o en la calle. Fuera de la institución escolar, ordinariamente nadie aprende a leer, a escribir, a resolver ecuaciones, a reconocer el nombre de las notas en el pentagrama en clave de sol, a clasificar los minerales o a establecer la fórmula química del agua. La obtención de estos conocimientos es misión exclusiva de la escuela. En cambio, la educación es una responsabilidad social. También de la escuela, pero no únicamente de ella. El niño y la niña tienen que aprender a dar gracias, a comer con la boca cerrada, a lavarse las manos antes de comer, etc., en el seno de la familia.La escuela, ciertamente, colabora en todos estos aprendizajes pero con ciertos límites que a veces resultan infranqueables. Ciertamente la instrucción forma parte de la educación. Aunque la instrucción focaliza el esfuerzo en el mensaje, su fin último es la educación.

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Sin embargo, la cuestión fundamental es que la educación depende de la sociedad, es decir, fundamentalmente del entorno familiar, de los canales simbólicos de transmisión de valores -la televisión, los medios audiovisuales, los juegos de ordenador, etc.- y la pandilla de amigos y amigas con la que los jóvenes se sienten identificados. Aun así, solamente en un cuarto lugar la escuela puede colaborar en la construcción de valores.

Me trae a la mente la queja que oí hace años de un funcionario del Ministerio de Educación, quien decía que muchas personas opinaban "...el Ministerio de Educación debe incluir este tema en los planes de estudio..." refiriéndose a temas tan diversos como educación vial, música de Pancho Lara, Alberto Masferrer, el idioma nahuat, reciclaje, moral y buenas costumbres, VIH-SIDA, folklore o manejo de desastres. Según el funcionario, esto conducía a que los planes de estudio de educación básica estuvieran salpicados de muchos temas sin una aparente conexión entre sí.

Pienso que en parte tenía razón: algunas veces se incluyen temas que no son "instructivos" sino mas bien "educativos" (usando los términos de Trepat) Cosas que pueden aprenderse en el hogar, son trasladadas como temas de una materia en la escuela. Y si tomamos en cuenta que la escuela tiene un lugar más bajo en la escala de influencia, pues resulta que la cosa se aprende mal.

En mi opinión hay tópicos que necesitan ser inculcados por la familia: manejo del dinero, sexualidad, cooperación en las tareas de la casa, buenos modales en la mesa y muchas otras. Además, debe tenerse mucho cuidado en que la "educación" familiar no eche al traste la "instrucción" escolar. Por ejemplo, en el caso que los padres coloquen a sus hijos en una institución confesional pues les interesa ese tipo de educación en su fe, además de la calidad académica. Resulta que a veces descargan la educación en valores y de fe completamente a la escuela. Los hijos aprenden del profesorado valores morales, religiosos o humanos que nunca se ven fomentados, o muchas veces son contradichos, en la casa.

Tampoco quiero pecar de ingenuo. Incluir todos estos contenidos en las asignaturas en la escuela nos garantiza que no importando las deficiencias que puedan tener los padres (analfabetismo, bajo nivel de educación formal, prejuicios, etc) el alumnado conocerá al menos teóricamente de esos temas.

Al final, creo que ignoramos o prefierimos evadir la importancia de la familia en la educación de la infancia y la adolescencia.

Para quienes estén interesadas, pueden descargar el documento acá (en formato PDF)


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14.6.07

Rentabilidad de la generación fotovoltaica.


Quienes pasan por aquí con frecuencia, saben que me interesa el asuntos de las energías renovables. La fabulosa gente de Curioso pero inútil respondió la siguiente pregunta

¿La energía solar es rentable desde el punto de vista energético? ¿Y ese posible rendimiento la hace práctica?

La entrada la pueden hallar acá. Como siempre, en su demostración la gente de CPI se mantiene a la altura. Mis felicitaciones.

Con toda seguridad, ya existe un estudio similar en este nuestro paisíto. Hará falta encontrarlo y leerlo para conocer los verdaderos costos de las energías "verdes".

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6.6.07

Conceptos básicos de economía


Me he detenido en estos días a leer este pequeño documento del sitio de CiJ, llamado Breve antología de términos económicos elaborado por el reconocido economista Luis de Sebastián. No conozco lo suficiente de economía, pero me parece que en este cuadernillo se resumen de manera sencilla algunos de los conceptos que se citan con mayor frecuencia en los diferentes medios de difusión.

Cito algunas de las definiciones que me parecieron las más relevantes o novedosas.

Bienes públicos Son bienes (y por extensión, servicios) que pueden ser consumidos por todos y cada uno de los miembros de una sociedad. Tienen dos características: a) que los consumidores no sean rivales, es decir, el que lo consuma una persona no impide que lo consuman otras personas (p.e. el alumbrado público); b) que las personas no puedan no consumirlo aun cuando quisieran (p.e. una atmósfera limpia). Estas características los diferencian de los bienes privados, cuyo consumo es rival y rechazable. La combinación de las dos características de los bienes públicos hace que no se pueda obligar a la población a que pague por su consumo individual en ocasiones precisas. Por eso no se puede dejar su provisión al mercado, porque el mercado sólo entiende de bienes privados. La mayor parte de los servicios sociales tiene naturaleza de bienes públicos, cuya producción y provisión se tiene que financiar por medio de impuestos que pagan los ciudadanos. La abundancia y calidad de bienes públicos en un país es el mejor indicador de su nivel de desarrollo, así como su ausencia y mala calidad es un índice de subdesarrollo.

Comercio justo El concepto parte del supuesto de que la mayor parte del comercio internacional en productos naturales que se generan en los países pobres es injusto para los productores. El comercio justo trata de establecer una cadena de distribución a nivel internacional que beneficie más a los pequeños y medianos productores que actualmente. Por ejemplo, desde el pequeño cultivador de café hasta la taza de café que nos sirven en un bar hay unos veinte pasos o etapas del proceso, que aumentan a cada paso el valor añadido del producto, sin que beneficie nada al productor. Suprimiendo varias de estas etapas intermedias, el productor originario puede recibir una parte mayor del precio final de una taza de café en un país rico.

Competencia Tiene dos realidades: una en la teoría económica y otra en el mundo de los negocios. En la teoría económica la competencia es una fuerza benéfica que impide por una parte que las empresas, que son muchas y venden el mismo producto, abusen de los consumidores, cargándoles un precio más elevado que el precio de equilibrio, y por otra que perjudiquen a otras empresas con un precio menor (para vender más y quitarles mercado). La competencia se encarga de que el precio sea el que realmente determinen la oferta y la demanda del mercado, que sería en cierta manera el "precio justo" Eso es la teoría. En la práctica de los negocios, la competencia es percibida por los empresarios como una barrera o restricción que les impide vender más cantidad, vender a un precio mayor, o vender productos de diferente calidad. Por eso tratan de evitarla o superarla llevando su negocio al terreno del monopolio o del oligopolio (monopolio de unos pocos). La competencia como cualidad deseable de un mercado bien ordenado es un bien público, cuya preservación y defensa tiene que estar a cargo de las autoridades.

Fallos del mercado Cuando un mercado dejado a sí mismo no asigna los recursos eficientemente, las autoridades justifican su intervención por los fallos del mercado. Las externalidades son una clase de fallos del mercado, pero hay otras: el abuso del poder en el mercado, que ocurre cuando el vendedor -o el comprador- pueden ejercer una influencia determinante sobre los precios o sobre la cantidad que se produce. El monopolio y el monopsonio (monopolio de compra) son los mejores ejemplos. Un tercer fallo sería la información asimétrica, cuando o bien el vendedor o bien el comprador tienen más y mejor información sobre la calidad, coste de producción, estado de la competencia de un bien que se negocia. Y como ya vimos, la producción de bienes públicos no se puede dejar al mercado ¿Cuánta defensa nacional se produciría si se dejara la decisión del mercado?

Índice de desarrollo humano Un índice creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, para clasificar y comparar el grado de desarrollo de los países. Este índice tiene mayor contenido y da más información que el tradicional indicador de "renta per capita", que no deja de ser un promedio simple que se obtiene dividiendo el valor nominal de la renta por el número de habitantes. Este indicador no dice nada de la distribución de la renta. El IDH incorpora a la renta por persona, el índice de mortalidad infantil y de escolarización, y el acceso a agua potable.

Mano invisible En el modelo teórico de competencia perfecta la economía encuentra su equilibrio, con el pleno empleo de todos los factores disponibles de producción, sin la intervención de ninguna autoridad, gremio o sindicato. Es "como si una mano invisible se encargara de coordinar el interés particular de cada persona con los intereses generales de la comunidad." La idea es de Adam Smith, pero no representa todo su pensamiento. Los mercados del "capitalismo real" están dominados por manos muy visibles y grandes, como son los monopolios y oligopolios. No hay armonía preestablecida ni en los mercados ni en parte alguna de la sociedad. La mano visible de las autoridades tiene que intervenir para que los mercados sean eficientes y justos.

SMITH, Adam Filósofo moral escocés (1723-1790) escribió La Teoría de los Sentimientos Morales y Una Investigación en la Causa de la Riqueza de las Naciones, más conocida como La Riqueza de las Naciones. Se le considera el padre de la economía moderna por su método discursivo y el análisis de casos. Es sin embargo muy diferente de los economistas neo-clásicos. Smith hacía economía política y no simplemente economía, como se hace ahora, que prescinde de las personas reales y de las instituciones sociales. Smith tiene que ser interpretado en su particular contexto. No escribe para el siglo XXI, como a veces se lo quiere interpretar, sino para finales del siglo XVII, cuando las monarquías absolutas ponían la riqueza de sus naciones en acumular oro y plata, por medio de la conquista y el comercio depredador. Para Smith la causa y origen de la riqueza es el trabajo humano: "la riqueza de las naciones es el trabajo de su gente" escribe al inicio de su libro. Y luego pasa a explicar cómo por medio de la división del trabajo y el intercambio comercial aumenta la productividad del trabajo y la riqueza de las naciones. En su Teoría de los Sentimientos Morales nos presente una sociedad en la que el "fellow feeling", el sentimiento de solidaridad, es la base de la sociedad. Lógicamente esta antropología subyace a sus ideas sobre el mercado.

Luego de haber leído este documento, he vuelto a escuchar en la radio que Adam Smith tiene mas bien una visión moralista de la economía. El artículo de Wikipedia en español tiene ese mismo énfasis.

Ya con este material puedo entender mejor lo que plantean los economistas (como Aniuxa) en sus escritos. En fin, los invito a que lo descarguen (está en formato PDF).

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4.6.07

Sopa de letras 4 de junio


La sopa de letras de este día contiene veinte nombres de películas. Escogí el nombre en el idioma original (la mayoría en inglés) para evitar los problemas de las extrañas traducciones de los títulos.

En particular, esta sopa me contó un poco. No lograba encontrar nombres de una sola palabra (la Ignorancia, como siempre) pues la mayoría que se exhiben en los cines tienen títulos que están compuestos de múltiples palabras. En fin, hallarán películas comerciales, de "director", comedias, dramas, clásicos de Hollywood y películas recientes.

Por último: No, no las he visto todas, por supuesto. Sólo algunas

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3.6.07

Correo perdido


jc:
Por una equivocación mía, borré tu mensaje si antes haberlo leído.¿Podrías volver a escribirme?

Disculpas por el retraso.

Soy Hiro Nakamura


Me encontré esto en el blog de Éowyn Zirbêth y me pareció genial. Hice al test y resulta que tengo demasiado de Hiro Nakamura.

Which Heroes character are you?
Your Result: Hiro Nakamura
 

You are Hiro Nakamura.
You can bend space and time with your mind. You always try to do what is right and you are very innocent. Maybe too innocent. You took a trip to the future and saw NYC blow up. Now you are focused on saving the world. You also love sci-fi.

Claire Bennet
 
Matt Parkman
 
Peter Petrelli
 
Issac Mendez
 
Nathan Petrelli
 
Sylar
 
Niki Sanders
 
Which Heroes character are you?
Quiz Created on GoToQuiz


Como diría Aniuxa "Héroes rulz"

¿Cuál personaje de Héroes eres tú?

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1.6.07

Crimen y droga en Centroamérica.


Me encuentro con este comunicado de la Oficina de las NN.UU. para las drogas y el delito (ONUDD) en donde se expone la más reciente publicación del Informe "Crimen y Desarrollo en Centroamérica". (Vía)

Estos son los párrafos que más me han llamado la atención del comunicado.


Varios países de la región son vulnerables debido a factores socio-económicos resultado de ingresos dispares, urbanización caótica, pobreza masiva, una proporción muy alta de juventud, fácil acceso a una gran cantidad de armas, y un ambiente inestable post-conflicto.
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En Centroamérica proliferan las armas de fuego, un legado de décadas de conflicto sangriento. La región reporta uno de los índices más altos de homicidio del mundo. La violencia pandillera es el mayor problema en países como El Salvador, Guatemala y Honduras, pero las pandillas son responsables de un porcentaje mucho menor del problema global de criminalidad del que generalmente se piensa.
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"Políticas de represión de pandillas por sí mismas no resolverán los problemas subyacentes. De hecho, podrían empeorarlos. La cultura pandillera es un síntoma de un malestar social más profundo que no puede ser resuelto con poner a los niños de la calle detrás de rejas. El futuro de Centroamérica depende de ver a la juventud como un recurso y no como una carga", dijo el Sr. Costa.


Por lo pronto, ya descargué el documento para leerlo.

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